Agua

No más apariencias. Si el rol que juego en esta realidad pudiera desprenderse y soltarme, si yo pudiera en verdad dejar la piel, mudar a mi nuevo ser, que desde adentro se asoma. Apenas y suelto escamas que se atoran en ramas y corales del camino. Me siento babosa flexible pero impedida dentro de esta piel. Salgo arrastrándome, pesada de los prejuicios que me digo y me cargo encima. Huelo la tierra, la beso, sabiendo que me da fuerza pero miro al cielo y sueño con ser pájaro. No me siento ni culebra, me siento lombriz y quiero ser águila ¿Cómo haré que broten alas de esta piel mezquina? ¿Cómo haré que este círculo vicioso en el que yo misma me enrollo se convierta en alas de dos metros, en picos gruesos y garras afiladas? Tal vez pueda empezar siendo tigre. Aventurarme en la selva tropical, cogiendo la vía de mi instinto, solitaria e independiente, pues no es cuestión de manada, debo cazar en silencio, moviéndome lento y con sigilo, observando con mi ojo felino. Mis rayas se camuflan y confundo a mis presas, las veo ingenuas en la laguna, se reflejan en ondas ¿y si me como alguna? Tal vez empiece mi transformación y pueda subir la loma, coger fuerza para pasar las duras y lisas rocas que me lastiman y casi vencida, logre divisar todo el recorrido que me tomó llevar mi pesado cuerpo hasta hasta allá. Si estoy en la cima son solo pequeños milagros, pequeños pasos para que las plumas comiencen a brotar, la transformación tomará su lugar, pasarán días, incluso pueden ser meses, busco una cueva para refugiarme, esconderme a agonizar en mis ansias, solo agonizar en ansias y revolcarme hasta que de la contracción insostenible, salgan destellos azules de mis venas, hasta derramar sangre que baje como cascada por el abismo del que debo saltar. No hay madre, no hay padre que me enseñe a volar, solo mi alma me lo pide sin cesar y yo quiero gritar porque no dejo de escuchar aullidos en mil idiomas, y no sé si salga un silbido o un rugido de queja o si como dragon empiece a lanzar llamas desde mis entrañas, solo me retuerzo en el intento de escupir todo lo que trasciendo, siendo, siendo, siendo, cada vez más voy descubriendo, capa tras capa, tras capa, tras capa, de lo que me pesa, de lo que no soy, para sentir la libertad, desplegar alas y brillar con tal esplendor que yo solo sepa hacer piruetas abriendo las últimas grietas, impulsándome hacia el astro sol que se regocija conmigo, que me celebra en su abrigo y nos reímos y siento mi dorso tocar el azul del cielo y del mar al tiempo, juego con el viento, planeo, canto y grito con todo mi aliento, me elevo cogiendo impulso, doy vuelta y me zambullo ¡SPLASH! vuelo a ser jorobada.