Escucha

La existencia se pone pesada.

Como si un yunque atado a mi estómago,

como si me anclara a la tierra y no dejarme volar.

Falta brisa y estoy ahogada,

si el viento no sopla, muero inmóvil

si no me desbordo, me seco

y tengo la necesidad de ser cascada,

corriente que recorre sin obstáculo ni interrupción.

De nuevo despierto y sigo aquí

en esta casa, en esta piel,

en este reloj, con estos personajes

intentando armar un rompecabezas

con lo poco que conozco de la imagen.

Rendida estoy,

pero no ante ser un conformista sedentario

porque seré errante y nómada

sino ante lo que no controlo.

Hay un destino y hay leyes

y el libre albedrío es un arma de doble filo.

Hay alguien escribiendo un guión desde la sexta dimensión

y aquí solo soy una personalidad que obedece,

a veces.

Estoy para servir a algo elevado

para entregarme como instrumento

y en devoción absoluta

hacia lo invisible que todo lo abarca,

ser una partícula de la consciencia

y visitar la dimensión de la tierra, despierta.

Dice que busca experimentarse,

descubrirse y reconocerse

en cada sentimiento y sensación.

Que todo es información.

La existencia se pone pesada,

y lo sutil me muestra que el lugar a donde me lleva

es más bello que la propia imaginación

pero ¿por qué es tan difícil escuchar?